Debemos comprender el momento particular y de coyuntura en el que estamos inmersos, en el cual la Justicia -tanto local como federal- tiene una responsabilidad muy grande y todavía debe saldar una deuda en materia de celeridad de sus tareas y de transparencia.
Desde el Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tengo el honor de presidir, acompañado por otros ocho consejeros, se vienen llevando a cabo diversas iniciativas, englobadas en el concepto de Gobierno Abierto, que abarcan cuestiones como la despapelización, los expedientes digitales y cuestiones vinculadas al acceso a la justicia, entre otras propuestas que transitan un nuevo camino, buscando el objetivo en cuestión a fin de llevar la garantía y la tranquilidad deseadas por el ciudadano común.
En definitiva, cómo debe ser en un poder judicial independiente al cual todos ayudamos en fortalecer días tras día. Y en una misión en la que estamos comprometidos para ejercer a partir de nuestro juramento para desempeñar el cargo. La transparencia no es solo un deseo; es un hecho natural que ya tiene que estar inmerso en los poderes de un Estado y, desde luego, en el Judicial.
Y es éste último que lleva con un accionar intachable en cualquier sociedad la confianza para que la gente pueda sentirse protegida como lo se lo garantiza la propia Constitución de la Nación y de la propia Ciudad de Buenos Aires.
Reitero que afrontamos un momento trascendental, en el que debemos dar respuestas rápidas desde el Estado a una ciudadanía, que demanda respuestas de sus instituciones, sus gobernantes y de su poder judicial.
En ese sentido, vale mencionar a la Ley de Acceso a la Información Pública que el Ejecutivo nacional tuvo como iniciativa y la cual fue tratada por el Congreso Nacional, una ley ambiciosa, en términos de definición sobre lo que es y no el Acceso a la Información Pública y sobre las obligaciones que establece que el Estado brinde la información al ciudadano que la demande.
Y vale mencionarla porque, en esa lógica, el rol del Poder Judicial, en materia de transparencia, también debe actuar de manera similar. Aquí es fundamental trabajar en la búsqueda de legitimidad del ejercicio de nuestros “justiciables”, que son, en definitiva, quienes más se perjudican cuando un sistema no funciona y no da respuestas a sus demandas. O no da señales de la transparencia anhelada. Para ello, el Juez debe procurar dar información que sea útil, pertinente, comprensible y fiable.
El Consejo de la Magistratura trabaja constantemente en temas referidos a la transparencia y en accionar todas las iniciativas que se encaminen por ese lado. Tenemos un gran desafío en la consolidación de la transparencia judicial para llevar tranquilidad a miles y miles de personas que quieren que eso sea posible. En definitiva, como debe ser.
Estamos convencidos de ir en el camino correcto. Será el respaldo a nuestra tarea de la ciudadanía quien nos manifieste que estamos cumpliendo con el deber que nos compete.
(*) Enzo Pagani es presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fecha: 10 de marzo de 2017
Medio: Cronista.com