Opinión | 14/11/2024

El impacto de la Inteligencia Artificial en el Poder Judicial de la Ciudad

El desembarco de la inteligencia artificial (IA) en los tiempos actuales, ha generado una gran revolución en las formas de trabajar día a día. Gracias a los beneficios que nos otorgan estas nuevas herramientas, resulta mucho más sencillo poder optimizar los períodos de trabajo, logrando mayores tiempos extras para la revisión y control humano de los frutos que nos brindan las IA generativas.

En el contexto evolutivo de la IA en el que nos encontramos –que podría denominarse como primera etapa, pos pandemia–, poniendo el foco en los sistemas judiciales, se podría utilizar como una herramienta que coadyuve a reducir notablemente los plazos que, en ciertas funciones, normalmente las personas tardan diez veces más en realizarlo.

Bajo esa perspectiva, y en el marco del Programa de Inteligencia Artificial (IA) para la Modernización e Innovación del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires –que se aprobó en el 2021 mediante la resolución 108/2021 del plenario del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires–, se fijó como objetivo central aplicar nuevos programas de IA para: a) automatizar tareas repetitivas y con poco valor agregado; b) automatizar la primera etapa en los procedimientos de ejecución fiscal; c) digitalizar grandes volúmenes de documentación de origen papel con la consecuente despapelización y su posterior proceso de clasificación automática; d) agilizar y reducir los tiempos de los procesos judiciales; e) descongestionar los tribunales optimizando el servicio de justicia; f) detectar patrones en los datos y proyectar el análisis predictivo para optimizar las estadísticas; g) buscar y clasificar automáticamente las sentencias; h) traducir automáticamente de lenguaje jurídico a lenguaje claro para una mayor comprensión; i) mejorar el acceso a la justicia del ciudadano mediante bots de chats –“hablarle al sistema”–; j) reducir costos y optimizar los recursos, redireccionando los valores a la humanización de la Justicia; y, por último, k) aplicar el “clustering”, técnica para el análisis del mapa del delito mediante la geolocalización segmentando y etiquetando la zona de búsqueda (cfr. art. 2º del anexo de la resolución CMCABA 108/2021).

De modo que, gracias a la Secretaría de Innovación, la Dirección General de Informática y Tecnología y la SAGYP del CMCABA, la justicia porteña comenzó a fines de 2023 a utilizar la experiencia piloto del “Motor de Inteligencia Artificial” (MIA) aplicado al sistema de gestión judicial denominado “Expediente Judicial Electrónico” (EJE), implementando la aplicación de la inteligencia artificial en los procesos judiciales masivos que tramitan ante el fuero Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo (CATyRC) con grandes resultados positivos para los juzgados involucrados en esta primera prueba.

Este novedoso programa de IA que se está desarrollando en la justicia digital porteña es un asistente virtual para los juzgados que genera borradores a los cuales identifica en el sistema con una etiqueta con las siglas MIA y, dicha herramienta, busca automatizar las tareas cotidianas que son repetitivas, dejando en manos del operador judicial aquellas cuestiones más complejas y que demandan mayor concentración.

El presente que transita la sociedad, donde la interacción con la tecnología se encuentra en todos los ámbitos de nuestras vidas cotidianas, conlleva también la necesidad de garantizar al máximo los derechos de los justiciables. Por ello, es que los operadores judiciales, quienes se encuentran inmersos en el proceso de esta plena digitalización de la justicia, deben estar concientizados y muy atentos ante los desafíos que nos presentan estas nuevas herramientas, respetando, y teniendo la responsabilidad de efectuar siempre, la revisión final de aquello que genera la IA.

Nótese que, a la hora de utilizar la IA para cualquier tipo de tarea, cobra fundamental relevancia el control final que ejercen los seres humanos sobre la información que nos facilita la IA. Como regla de oro, lo primero que se debe concientizar fuertemente es que los resultados que nos brindan los diversos y variados sistemas –ChatGPT, Google Gemini, Claude, Jasper, Microsoft Copilot, OpenAI, Chatsonic, Character.AI, PerplexityAI, GitHub, Llama de Meta, AmazonQ, Midjourney, entre muchos otros que siguen apareciendo–, siempre pueden fallar, estar sesgados, o contener información que no es fidedigna. Allí, es donde aparece el ojo del ser humano para confrontar y detectar esos posibles errores del sistema, para poder revertirlos y modificarlos con datos certeros.

Cualquier persona que trabaje en el ámbito jurídico/judicial que se haya sumergido en este nuevo mundo, probando los resultados que nos arrojan los sistemas de IAs ante cualquier consulta –o como se denomina técnicamente “prompteo”– que le esbozamos, habrá notado que muchas veces, a la hora de suministrar datos precisos, se puede advertir que no son todos reales. Por eso, es la persona quien debe revisar, detenidamente, todos los resultados que arrojan estos sistemas para asegurar que sean fidedignos y no seguir diseminando información que no se corresponde con la realidad.

La Ciudad de Buenos Aires, como de costumbre, marca un antes y un después en la justicia argentina, al implementar el uso de la IA como herramienta de colaboración en sus procesos judiciales, siempre bajo el control y revisión de las personas humanas.   Todo ello, pone de resalto la finalidad de lograr una administración de justica moderna y actualizada, que utilice al máximo las herramientas digitales y se aggiorne a las nuevas tecnologías disponibles para brindarle una respuesta rápida a los justiciables, con procesos más ágiles, transparentes, digitales y exentos de formalidades, que puedan resolver los conflictos rápidamente garantizando celeridad y efectividad.

Por

Martín Converset

Consejero del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

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