Casado y padre de dos hijos, Enzo se recibió en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Entre algunas de sus actividades en la función pública, el presidente se desempeñó como diputado de la Ciudad de Buenos Aires durante dos mandatos consecutivos (2007-2015) ocupando diferentes cargos en las Comisiones de asesoramiento permanente de la Legislatura porteña.
Además, fue Presidente Honorario del Segundo Congreso Mundial de Justicia Constitucional, Miembro del Consejo Consultivo Honorario del Atrio de los Gentiles, que es un programa de diálogo que promueve el Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano y en el año 2013 fue designado Embajador de la Paz por la Fundación “Mil milenios de Paz”, que cuenta con el respaldo de la UNESCO.
Desde el 24 de noviembre de 2015 a la fecha, se encontraba a cargo del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su fuerte compromiso a la hora de trabajar, su convicción por acercar la justicia a la ciudadanía, y su vocación por el diálogo como herramienta principal y fundamental para abordar todo tipo de situaciones, dejan de manifiesto el nivel de excelencia profesional, la responsabilidad y sobre todo, la calidad humana de quien ayer nos dejó de manera sorpresiva e inesperada.
En su última entrevista, Enzo expresaba: “Una justicia eficiente, rápida y cercana puede ser brindada a todos los ciudadanos. De alguna manera todos los que tenemos la suerte de trabajar en el servicio público tenemos la responsabilidad de hacerlo para la comunidad, para nuestra familia y para con el futuro de nuestros hijos. Yo tengo la suerte de hacerlo desde el ámbito de la justicia, por eso hay que seguir trabajando todos juntos por el futuro del país”.
Querido Enzo, hasta siempre. Te vamos a extrañar.
