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En el mes de noviembre el Centro de Justicia de la Mujer celebró el segundo año desde su apertura con una serie de actividades con el objetivo de visibilizar y trabajar sobre las violencias por motivos de género. El mes aniversario comenzó con la realización de “Vivos” desde la cuenta de Instagram del CJM sobre Acceso a la Justicia y perspectiva de género en la Justicia; continuó con la instalación del Banco Rojo frente a la sede de La Boca y culminó con la inauguración de una nueva oficina administrativa en Av. de Mayo 654, en el Microcentro porteño.
El miércoles 25 de noviembre “Día Internacional de la Eliminación de Violencia hacia la Mujer” se realizó un acto en conmemoración de los dos años de la apertura del Centro de Justicia de la Mujer en el que se instaló un Banco Rojo para visibilizar la violencia de género. Esta campaña promueve la colocación de bancos rojos en la Ciudad de Buenos Aires y otras ciudades de nuestro país para poner en agenda los temas de género y violencia por motivos de género. Entre los asistentes se destaca la presencia del presidente del Consejo, Alberto Maques, la titular del Centro y consejera, Ana Salvatelli, su antecesora, Vanesa Ferrazzuolo, y la Administradora General, Genoveva Ferrero, además de las trabajadoras y los trabajadores del CJM.
La inauguración de la sede administrativa del Centro de Justicia de la Mujer ubicada en Av. de Mayo 654 se llevó a cabo el viernes 4 de diciembre y fue dirigida por Ana Salvatelli junto a Alberto Maques y Genoveva Ferrero. En esta oficina se desempeña el Departamento de Prevención, Apoyo y Asesoramiento en Violencias como una primera línea de atención a todas aquellas personas que se acercan a realizar una consulta, denuncia o despejar alguna duda o inquietud. Esta sede trabaja de lunes a viernes de 10 a 15h. y permite darle visibilidad a todos los servicios que presta el CJM en una zona más céntrica de la Ciudad. En este evento participó la secretaria Coordinación de Políticas Judiciales, Gisela Candarle, la Coordinadora General de Editorial Jusbaires, Alejandra García, las coordinadoras del CJM, Julieta Costa Díaz y Elisa Betzel y trabajadores y trabajadoras del DPAAVI.
Ana Salvatelli agradeció a todos los que trabajaron en esta pandemia y aseguró que “este año 2020 tan particular que nos toca atravesar producto de la pandemia, fue todo un desafío para el Centro, integrar el trabajo presencial con la línea de atención telefónica gratuita que implementamos a ese fin”, y continuó “Junto a las trabajadoras y trabajadores del Centro conmemoraramos, a través del este símbolo que es la instalación de este banco rojo, el día de la eliminación de la violencia contra las mujeres”. Sobre la apertura de la sede administrativa, Salvatelli informó “Lo que hacemos es seguir visibilizando al CJM y acercando la Justicia a las personas, por eso tenemos un vehículo que las puede llevar desde esta sede al CJM de la Boca”.
Vanesa Ferrazzuolo, contó: “Desde su inicio pensamos en este lugar como una herramienta de Acceso a la Justicia; que siga cumpliendo años, avance en su operatoria, en el terreno, que se haga conocido, no es otra cosa que afianzar lo que se pensó desde el primer día”.
Alberto Maques se refirió al trabajo de las titulares del Centro: “Cada una en su segmento de participación lo que hizo fue lograr que esto fuera creciendo, tratar de aunar esfuerzos y la verdad es que es algo para sentirse orgulloso” y sostuvo, “Este evento es la demostración de que la Justicia durante esta época dura de pandemia ha estado presente en los casos más difíciles y con la gente que más lo necesita. En estos últimos 8 meses no se paró, se trabajó de todas las maneras posibles, de forma presencial, a distancia”.
El Centro de Justicia de la Mujer surge en noviembre de 2018 por iniciativa del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en trabajo conjunto con el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio Público Tutelar, el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad, el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano del GCBA y el Ministerio de Justicia y Seguridad del GCBA. El primer objetivo del Centro consistió en la búsqueda de la igualdad para facilitar el acceso al servicio de justicia para promover y activar el derecho a una vida sin violencia en un modelo organizacional que tiene su fundamento en la recepción centralizada, interdisciplinaria e integral de las personas que se encuentran en situación de violencia de género.
En abril de 2020, se avanzó en la implementación de la segunda etapa del CJM con el propósito de consolidar la herramienta institucional orientada a desplegar las políticas de acceso a la justicia para prevenir, combatir y erradicar la violencia de género y adecuar la organización interna de modo fléxible a las demandas identificadas. En este recorrido de dos años el CJM resulta pionero por ser pensado exclusivamente para abordar los casos de violencia contra las mujeres y LGTBIQ+ de manera coordinada entre organismos judiciales y gubernamentales. La sede de La Boca reúne, en un mismo sitio, los trámites a la demanda específica sin redireccionar ni atomizar las consultas que pueden ser despejadas, resueltas y encaminadas en la misma oportunidad en que cada quien decida recurrir a él ya sea a partir de la radicación de una denuncia penal, de una presentación civil ambas impulsadas por la misma persona interesada.
El CJM es un lugar de gestión centralizada, interdisciplinaria e integral para combatir las violencias y tiene, como uno de sus objetivos, evitar que las personas insertas en contexto de violencia sean derivadas una o más veces para dar cumplimiento a todo el proceso que se inicia a posteriori de tomar contacto con el sistema judicial de la Ciudad de Buenos Aires y radicar una denuncia.Si bien se aproxima en su diseño original al modelo de la Oficina de Violencia Doméstica y la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, amplía su campo de intervención y, por lo tanto, la competencia para intervenir en todas las modalidades de violencias como prevé la Ley 26.485; esto es: violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática, urbana y pública-política, entre otras. En tal sentido, es dable señalar que las propias demandas en que estas violencias se manifiestan fueron las que complejizaron la atención del CJM y obligaron a la adaptación activa a ese nuevo y ampliado campo.
